Ingredientes :
250 grs de Harina de Fuerza
250 grs de Harina Integral de Espelta
300 ml de Agua
25 grs de Levadura Fresca de panadería
12 grs de Sal
1 cucharada de Miel
25 grs de Semillas de Amapola
25 grs de Sésamo Blanco
25 grs de Sésamo Negro
Preparación :
Separamos un poco de agua y diluimos la levadura. Reservamos.
Ponemos en el recipiente de la amasadora los dos tipos de harina, el agua, la miel y la sal. Amasamos durante unos minutos y añadimos la levadura diluida. Seguimos amasando. El agua se puede echar en dos veces, porque depende del tipo de harina, puede necesitar más ó menos.
Una vez que la masa esté lisa y uniforme añadimos las semillas, dejando unas pocas para decorar los panes. Damos unas vueltas más y formamos una bola. La dejamos en un recipiente bien tapado con un paño durante 10 minutos. Por supuesto todo este proceso se puede hacer a mano, sin amasadora.
Pasado ese tiempo sacamos la bola, le quitamos fuerza aplastándola un poco y repartimos en porciones de 65/70 grs. Salen 12 porciones. Boleamos cada porción y formamos panecillos redondos, dejando las uniones debajo. Las ponemos en una bandeja de horno, pincelamos con agua y salpicamos con las semillas que hemos reservado.
Tapamos la bandeja con un paño y la ponemos en un lugar cálido y sin corrientes para que fermenten. Yo he puesto las bolitas en unos moldes redondos pequeños, para que no pierdan la forma, pero no son imprescindibles. Tienen que doblar su tamaño, por lo menos durante una hora.
Precalentamos el horno a 200º. Cuando hayan duplicado su volumen, los metemos al horno unos 15/20 minutos, hasta que estén dorados y crujientes. Los sacamos y los dejamos enfriar sobre rejilla.
.250 grs de Harina de Fuerza
250 grs de Harina Integral de Espelta
300 ml de Agua
25 grs de Levadura Fresca de panadería
12 grs de Sal
1 cucharada de Miel
25 grs de Semillas de Amapola
25 grs de Sésamo Blanco
25 grs de Sésamo Negro
Preparación :
Separamos un poco de agua y diluimos la levadura. Reservamos.
Ponemos en el recipiente de la amasadora los dos tipos de harina, el agua, la miel y la sal. Amasamos durante unos minutos y añadimos la levadura diluida. Seguimos amasando. El agua se puede echar en dos veces, porque depende del tipo de harina, puede necesitar más ó menos.
Una vez que la masa esté lisa y uniforme añadimos las semillas, dejando unas pocas para decorar los panes. Damos unas vueltas más y formamos una bola. La dejamos en un recipiente bien tapado con un paño durante 10 minutos. Por supuesto todo este proceso se puede hacer a mano, sin amasadora.
Pasado ese tiempo sacamos la bola, le quitamos fuerza aplastándola un poco y repartimos en porciones de 65/70 grs. Salen 12 porciones. Boleamos cada porción y formamos panecillos redondos, dejando las uniones debajo. Las ponemos en una bandeja de horno, pincelamos con agua y salpicamos con las semillas que hemos reservado.
Tapamos la bandeja con un paño y la ponemos en un lugar cálido y sin corrientes para que fermenten. Yo he puesto las bolitas en unos moldes redondos pequeños, para que no pierdan la forma, pero no son imprescindibles. Tienen que doblar su tamaño, por lo menos durante una hora.
Precalentamos el horno a 200º. Cuando hayan duplicado su volumen, los metemos al horno unos 15/20 minutos, hasta que estén dorados y crujientes. Los sacamos y los dejamos enfriar sobre rejilla.
Esta receta es del blog “Mil Postres” y la he hecho varias veces, pero es ahora cuando me han salido estupendos. Yo he cambiado la harina integral por harina de espelta, que aunque también es trigo, resulta mucho más suave. Ya os enseñaré los panes de molde, quedan buenísimos.
El pan como casi todo en esta vida, es cuestión de práctica. La primera vez que hice estos bollitos, me salieron cada uno de una forma y un peso, sin tener consistencia, sin gracia. Se los comieron, como casi todo lo que hago, pero no eran presentables.
Según vas haciendo pan, vas aprendiendo a cogerle el punto a la masa, al levado, a la fermentación,….y cada vez que los haces, salen mejor. A estos panecillos y al pan de molde, los tengo ya dominados.
Con estas cantidades salen doce unidades, que una vez fríos se congelan y se van sacando para desayunar según le apetezca a cada uno. Se abren por la mitad y a la tostadora. Una delicia….
El pan como casi todo en esta vida, es cuestión de práctica. La primera vez que hice estos bollitos, me salieron cada uno de una forma y un peso, sin tener consistencia, sin gracia. Se los comieron, como casi todo lo que hago, pero no eran presentables.
Según vas haciendo pan, vas aprendiendo a cogerle el punto a la masa, al levado, a la fermentación,….y cada vez que los haces, salen mejor. A estos panecillos y al pan de molde, los tengo ya dominados.
Con estas cantidades salen doce unidades, que una vez fríos se congelan y se van sacando para desayunar según le apetezca a cada uno. Se abren por la mitad y a la tostadora. Una delicia….
Gracias Su....una vez más.
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