Cake con mermelada

Ya estoy de nuevo en Madrid, reajustando mi organismo otra vez. Yo que soy animal de costumbres y rutinas, estoy algo desorientada con tanto cambio de ecosistema en las últimas semanas. Como mi gato, que el pobre sufrió su trauma anual del traslado al campo; no sólo lo pasa mal durante el viaje dentro de su transportín en el coche, sino que luego al llegar tantos olores y cosas diferentes le desconciertan. Encima cada verano hay nuevos gatos y perros por los alrededores y el pobretico, con lo miedica que es, pasa de ser un gato-mueble que sólo duerme y come a tener que estar alerta cada segundo. Pero al poco tiempo se adapta enseguida y se lo pasa en grande trepando a todo, siguiendo rastros, cazando ratoncitos (que amablemente nos trae como regalo) y discutiendo con otros gatos.

Yo he pasado la mañana terminando de deshacer la maleta, poniendo lavadoras, limpiando un poco, repasando la despensa y despertando a mi masa madre. Qué rabia me ha no haberme podido traer unos cuantos melones y otros tantos kilos de tomates pera de los que regalan a mi padre. Espero que cuando vuelva a Murcia a finales de mes todavía queden de esos tomates, sobre todo para preparar varios tarros de mermelada, que el último bote de la cosecha del año pasado ya se gastó. Precisamente fue esta mermelada de tomate la que usé como un experimento para un cake que horneé justo antes de salir de Madrid.

Marmalade cake
Tenía ganas de algo dulce ya que el último bizcocho se había gastado. Mirando muchas de las recetas que tengo guardadas y ajustándome a lo que tenía en la despensa salió este esponjoso y dulce cake al que se me ocurrió añadir mermelada como parte de la masa (tenía el tarro a medias y quería gastarlo antes de irme, porque el elfo no consume casi nunca mermelada). Al no integrarla demasiado en la masa,  creo que se caramelizó al hornearse, dando al bizcocho un tono tostadito delicioso y tremendamente aromático. Un experimento que esta vez salió bien :)
Se me ocurre que se puede probar a añadir dos o tres cucharadas de mermelada o compota a una receta cualquiera de bizcocho para darle un toque diferente.

- 125 ml de buttermilk
- 2 huevos L
- 55 gr de mantequilla, a temperatura ambiente
- 100 gr de azúcar
- 1 sobre de azúcar vainillado
- 60 gr de harina de repostería
- 75 gr de harina integral

- 1 cucharadita de levadura química
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 1/2 cucharadita de sal
- mermelada al gusto

Precalentar el horno a 200ºC y preparar un molde cuadrado o redondo.
Mezclar las harinas, la levadura, el bicarbonato y la sal en un cuenco. En un recipiente grande, batir la mantequilla ablandada con el azúcar y el azúcar vainillado, hasta que quede esponjoso. Separar las claras de las yemas de los huevos, reservando las claras aparte. Añadir las yemas a la mantequilla, batiendo un poco más. Incorporar alternando poco a poco la mezcla seca y el buttermilk, batiendo ligeramente tras cada adición. Batir las claras a parte a punto de nieve, añadiendo un par de cucharadas de azúcar cuando empiecen a estar montadas, hasta obtener una especie de merengue ligero. Incorporarlo a la masa en dos tandas, mediante movimientos suaves envolventes, hasta obtener una masa homogénea. Añadir unas cuatro o cinco cucharadas de mermelada y mezclar sólo un poco.

Marmalade cake

Distribuir sobre el molde y hornear a 190ºC sobre rejilla a media altura durante unos 25-30 minutos, hasta que al pincharlo con un palillo éste salga limpio. Esperar 10 minutos fuera del horno; desmoldar y dejar enfriar totalmente sobre una rejilla.

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