Viernes por la tarde. En el salón viendo el Tour con mi madre, mi hermano y mi gato (bueno, él está básicamente durmiendo) encerrados con el aire acondicionado. En un rato nos iremos al campo, donde mis padres ya se van a quedar de forma definitiva hasta que llegue septiembre. Os dejo con otra entrada sobre Suiza, empezando una serie especial sobre el núcleo de la zona italiana del país, el cantón del Ticino, o Tesino en español..
Ticino es el cantón más meridional de Suiza y limita al este, oeste y sur con Italia. Excepto alguna zona aislada, forma junto con ciertas regiones de los Grisones la llamada Suiza Italiana, y es una zona maravillosa. Es una a la que creo que le dan personalidad propia los lagos Maggiore y Lugano. Es una región preciosa e ideal para ir en verano, de hecho es una zona muy turística, pues los hermosos lagos rodeados de formaciones montañosas crean un paisaje peculiar en torno a sus aguas dulces. Las poblaciones que surgen a las orillas de los lagos nos pueden recordar a puntos turísticos de la costa mediterránea, como Ascona o Lugano, mientras que montaña arriba, adentrándonos en los bosques y siguiendo los ríos, los pueblos montañosos crean un curioso pero equilibrado contraste.
Es una zona peculiar por la diversidad, con gran pasado histórico de importancia capital en la creación de la Confederación Suiza, y donde la cultura y la gastronomía suiza se mezclan con algunas tradiciones italianas. Nosotros pasamos una semana afincados en Ascona y visitamos muchos lugares de los alrededores. Además, aprovechando la cercanía del país italiano, bajamos a Milán un par de días, ciudad a la que dedicaré una próxima entrada.
Hoy os dejo con un primer pequeño recorrido por algunos de los puntos más célebres de este cantón.
Bellinzona, la capital administrativa del Ticino, es una ciudad capital en la historia de Suiza y fue objeto de muchos conflictos políticos por su privilegiada posición geográfica. Son célebres sus tres castillos: Castelgrande, Montebello y Sasso Corbaro, los tres parte del Patrimonio de la UNESCO.
En el Valle Maggia, montaña arriba, se alza la pequeña y curiosa iglesia, más bien capilla, dedicada a San Juan Bautista en Mogno, diseñada por el arqutiecto suizo Mario Botta. Para ser una construcción religiosa contemporánea, a mi personalmente me gusta mucho. Choca un poco al verla por primera vez por fuera, pero al rodearla, observar el equilibrio de volúmenes y la limpieza de líneas, y sobre todo al entrar y percibir el espacio y la luz que crean el especial ambiente frente al pequeño altar, el estilo de Botta te termina ganando.
Siguiendo un sendero que parte del pueblo donde se ubica la iglesia, atravesando un bosque, se llega a Bosco Gurin, precisamente el municipio del Ticino donde también habitan germano parlantes. Un enclave precioso a 1506 metros de altitud, donde debe ser difícil vivir en invierno.
El Valle Verzasca es otro gran punto de atracción del Ticino, y no sólo porque se rodara una famosa escena de la película Goldeneye de James Bond en la presa Contra. A mi me encantó el hermoso paraje que generan las aguas del río, en la zona cruzada por el llamado Ponte dei salti (puente de los saltos), o Römerbrücke (puente romano). Las aguas se calman para crear una especie de piscinas naturales de aguas cristalinas en torno a rocas suaves, que en verano se aprovechan para tomar el sol, hacer saltos, practicar buceo, o simplemente refrescarse.
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