No sabéis lo feliz que me ha hecho poder sacar las bufandas, gorros y guantes. Finalmente me pude poner mis botas favoritas y ayer llegué a clase de alemán con la nariz helada pero contenta, y además uno de mis compañeros compartía mi entusiasmo. Por fin ha llegado el frío, ¡y ya era hora! Perdonadme los que viváis en zonas de inviernos crudos, grises, ventosos y helados, pero ya sabéis que llevo desde junio soñando con estos días.

El gustito que da calentarse las manos con el café recién hecho, el placer de acurrucarse bajo la manta en el sofá, lo mucho que alimentan las sopas y guisos humeantes - porque cuando hace frío alimentan el doble, que lo sepáis -, la felicidad de meterse corriendo en la cama tras pasar por el trauma de desvestirse para ponerse el pijama... El elfo lleva fatal el frío y dice que se congela por las noches, pero a mí, por el momento, pasar frío no me pone de mal humor, cosa que sí hace el calor abrasador. Y ay, ahora sí que veo la Navidad cerca con ganas e ilusión.

Pero antes de meternos de lleno en temas navideños aún tengo calabazas para aburrir, que el otoño todavía nos durará unas semanicas. Y para qué engañarnos, tendré calabazas todo el año, así que no os extrañéis si la traigo más veces - como si os fuérais a extrañar a estas alturas -. Esta receta es de las "ligeras", aunque no sé qué adjetivo ponerle porque, a ver, si quieres adelgazar no comas repostería de ningún tipo, y tampoco son lo que se dice esponjosos y livianos.
Son muffins sanotes porque tienen mucha calabaza, nada de azúcar ni harinas refinadas. Los quería para cargar las pilas por las mañanas, así que son muy poco dulces y la masa es densa, muy nutritiva, a base de avena y nada de trigo. A lo mejor con las modas de ahora se diría que es una receta fit, o low-fat, o paleo, o yo qué sé. Están ricos. Son muy saciantes. Y llevan mucha calabaza.

Muffins sanotes-fit de calabaza
Inspiración: Adaptando a Chelsea's Messy Apron
Ingredientes para 12 muffins pequeños pero matones
- 220 g de calabaza (previamente asada o cocida, triturada y escurrida)
- 1 huevo L
- 30 ml de sirope de ágave
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 1/4 cucharadita de sal
- 120 g de harina de avena
- 1/2 cucharadita de levadura química
- 1/4 cucharadita de bicarbonato sódico
- canela, jengibre, nuez moscada a discreción
- bayas o frutos secos al gusto
Precalentar el horno a 180ºC y engrasar con aceite o grasa vegetal no hidrogenada una bandeja de muffins, o utilizar moldes antiadherentes.
Batir con unas varillas la calabaza con el huevo, el sirope de ágave y la vainilla. En otro recipiente mezclar la harina de avena con la sal, la levadura, el bicarbonato y las especias que se quiera. Incorporar la otra masa y mezclar bien pero con movimientos suaves.
Añadir un buen puñado de bayas, pasas, arándanos, nueces o lo que se prefiera, mejor picaditos. Mezclar con suavidad hasta tener una masa homogénea y repartir en los moldes.
Hornear durante unos 20 minutos, hasta que al pinchar un palillo salga limpio. Esperar un poco fuera del horno, desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.

Notas:
- La harina de avena se puede preparar en casa triturando muy bien copos de avena finos.
- El sirope de ágave se puede sustituir por miel, melaza, sirope de arce o lo que se prefiera.
- Si estás acostumbrado a sabores muy dulces probablemente querrás aumentar la cantidad de sirope o añadir un poco de azúcar moreno.
- Unos cuantos chips de chocolate negro puro no hacen daño a nadie.
- Se conservan bien a temperatura ambiente en un recipiente cerrado durante un par de días, pero si tenemos la calefacción a tope mejor en la nevera.
- La calabaza se puede cambiar por boniato, manzana u otra fruta cocida que no sea muy acuosa.
Os recuerdo que todavía podéis participar en el concurso de Electrolux preparando vuestra versión de mi receta de biscotti. Si ganáis os espera un robot Assistent y la posibilidad de cocinar conmigo!

El gustito que da calentarse las manos con el café recién hecho, el placer de acurrucarse bajo la manta en el sofá, lo mucho que alimentan las sopas y guisos humeantes - porque cuando hace frío alimentan el doble, que lo sepáis -, la felicidad de meterse corriendo en la cama tras pasar por el trauma de desvestirse para ponerse el pijama... El elfo lleva fatal el frío y dice que se congela por las noches, pero a mí, por el momento, pasar frío no me pone de mal humor, cosa que sí hace el calor abrasador. Y ay, ahora sí que veo la Navidad cerca con ganas e ilusión.

Pero antes de meternos de lleno en temas navideños aún tengo calabazas para aburrir, que el otoño todavía nos durará unas semanicas. Y para qué engañarnos, tendré calabazas todo el año, así que no os extrañéis si la traigo más veces - como si os fuérais a extrañar a estas alturas -. Esta receta es de las "ligeras", aunque no sé qué adjetivo ponerle porque, a ver, si quieres adelgazar no comas repostería de ningún tipo, y tampoco son lo que se dice esponjosos y livianos.
Son muffins sanotes porque tienen mucha calabaza, nada de azúcar ni harinas refinadas. Los quería para cargar las pilas por las mañanas, así que son muy poco dulces y la masa es densa, muy nutritiva, a base de avena y nada de trigo. A lo mejor con las modas de ahora se diría que es una receta fit, o low-fat, o paleo, o yo qué sé. Están ricos. Son muy saciantes. Y llevan mucha calabaza.

Muffins sanotes-fit de calabaza
Inspiración: Adaptando a Chelsea's Messy Apron
Ingredientes para 12 muffins pequeños pero matones
- 220 g de calabaza (previamente asada o cocida, triturada y escurrida)
- 1 huevo L
- 30 ml de sirope de ágave
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 1/4 cucharadita de sal
- 120 g de harina de avena
- 1/2 cucharadita de levadura química
- 1/4 cucharadita de bicarbonato sódico
- canela, jengibre, nuez moscada a discreción
- bayas o frutos secos al gusto
Precalentar el horno a 180ºC y engrasar con aceite o grasa vegetal no hidrogenada una bandeja de muffins, o utilizar moldes antiadherentes.
Batir con unas varillas la calabaza con el huevo, el sirope de ágave y la vainilla. En otro recipiente mezclar la harina de avena con la sal, la levadura, el bicarbonato y las especias que se quiera. Incorporar la otra masa y mezclar bien pero con movimientos suaves.
Añadir un buen puñado de bayas, pasas, arándanos, nueces o lo que se prefiera, mejor picaditos. Mezclar con suavidad hasta tener una masa homogénea y repartir en los moldes.
Hornear durante unos 20 minutos, hasta que al pinchar un palillo salga limpio. Esperar un poco fuera del horno, desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.

Notas:
- La harina de avena se puede preparar en casa triturando muy bien copos de avena finos.
- El sirope de ágave se puede sustituir por miel, melaza, sirope de arce o lo que se prefiera.
- Si estás acostumbrado a sabores muy dulces probablemente querrás aumentar la cantidad de sirope o añadir un poco de azúcar moreno.
- Unos cuantos chips de chocolate negro puro no hacen daño a nadie.
- Se conservan bien a temperatura ambiente en un recipiente cerrado durante un par de días, pero si tenemos la calefacción a tope mejor en la nevera.
- La calabaza se puede cambiar por boniato, manzana u otra fruta cocida que no sea muy acuosa.
Os recuerdo que todavía podéis participar en el concurso de Electrolux preparando vuestra versión de mi receta de biscotti. Si ganáis os espera un robot Assistent y la posibilidad de cocinar conmigo!
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