¿Qué ocurre cuándo tienes la agenda planificada con muchas tareas para cumplir antes de una fecha próxima? Efectivamente, que te surgen mil y un imprevistos. Así estoy yo, que por cosas del calendario me iré ya a Murcia el próximo jueves y la lista de cosas por hacer me da un poco de vértigo. Sobre todo cuando aparecen compromisos a los que no sabes decir que no, y todo se adereza con problemillas tontos que entorpecen aún más la estupenda organización que me había montado. En fin, estos días me toca dormir poco, ya lo tengo asumido, pero no os imagináis las ganas que tengo de volver a mi tierra y pasar allí las fiestas, así que todo se lleva mejor. Y también ayudan delicias como estos Dattelecken, unos triángulos de dátil con chocolate absolutamente irresistibles.

El elfo tiene hoy una boda a la que gracias a los dioses no me veo obligada a asistir. Sólo me faltaba eso para rematar. Es de un compañero de su trabajo, donde todavía no ha cumplido un año - pero toquemos madera para que esta vez sí dure la cosa -, algo más informal y menos "compromiso" que las ceremonias a las que sí le acompañé en mayo y junio. A él tampoco le apetece nada ir pero así tengo la mañana de hoy tranquila para poner cierto orden y avanzar varios temas. Por cierto, tengo que acordarme de convencerle para que me lleve a la estación de tren el jueves... a las 6.30 am. Me parece que será mejor que piense en algún soborno o me va a mandar en taxi. Madrugar no es lo suyo.

Estos deliciosos bocaditos son de esos dulces navideños que llevo años y años queriendo probar. Es una receta que aparece en uno de mis primeros libros de cocina navideña, un pequeño cuadernillo alemán que compré un verano hace ya tiempo en Regensburg, y del que he preparado ya varias recetas. El caso es que como es un dulce algo diferente a lo que suelo hornear, y su textura es más bien de bizcochito, terminaba dando prioridad a otras cosas. Pero la visita de mi madre hace unas semanas fue la excusa perfecta para hornearlos, y la verdad es que triunfaron.
Lo bueno de este tipo de dulces es que para nosotros no son realmente navideños, así que si os llama la atención pero estáis saturados por recetas de estas fiestas sólo tenéis que guardar la receta para cualquier otro momento del año. Eso sí, al estar bañados en chocolate es mejor aprovechar el otoño-invierno, ya que creo que es mejor no meterlos en la nevera. Por cierto, para estos Dattelecken o para cualquier otra receta, usad los mejores dátiles que podáis encontrar. Los medjool son mis favoritos, algo carillos, pero la diferencia final es brutal.

Receta de Dattelecken, triángulos de dátil con chocolate
Inspiración: adaptación de Weinachtsplätzchen leicht gemacht
Ingredientes para unas 40 unidades
- 150 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 75 g de azúcar
- 1 cucharada de azúcar vainillado
- 1/2 cucharadita de sal
- 2 huevos y 1 yema L
- 150 g de harina de repostería
- 1 cucharadita de levadura química (impulsor)
- 3 cucharadas de agua
- 150 g de avellana molida
- 180 g de dátiles tiernos sin hueso
- chocolate negro de calidad
Precalentar el horno a 180ºC y preparar una bandeja rectangular mediana. Picar los dátiles en trocitos más o menos grandes, según se prefiera. Hay que asegurarse de que están jugosos, si fueran muy secos es conveniente hidratarlos previamente.
Batir con batidora de varillas la mantequilla hasta dejarla cremosa. Añadir el azúcar, el azúcar vainillado y los huevos, y batir un poco más. Incorporar la harina con la levadura y la sal, y mezclar. Agregar la avellana molida con el agua y trabajar bien la masa hasta dejarla homogénea.
Echar también los dátiles, repartiéndolos bien por toda la masa. Disponer la masa en la bandeja, dejando un grosor de, aproximadamente, 1,5 cm. Pinchar la superficie con un tenedor unas cuantas veces e itnroducir en el horno a media altura. Hornear durante 18-20 minutos, dando la vuelta a la bandeja a mitad de la cocción. Dejar enfriar sobre una rejilla.
Cuando se haya enfriado, colocar sobre una tabla y cortar en triángulos usando un cuchillo de sierra. Fundir chocolate negro al baño maría y mojar las puntas de cada triángulo. Dejar secar sobre papel sulfurizado antes de servir o guardar en un recipiente hermético.

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¿Qué tal se presenta vuestro fin de semana? Aprovechad el buen tiempo de hoy que parece que mañana vienen más nubes y lluvia. Yo me quedaré planchando, pintando galletas, glaseando pan de especias, escribiendo tarjetas y envolviendo regalos, entre otras cosas. A ver si me cunde :).

El elfo tiene hoy una boda a la que gracias a los dioses no me veo obligada a asistir. Sólo me faltaba eso para rematar. Es de un compañero de su trabajo, donde todavía no ha cumplido un año - pero toquemos madera para que esta vez sí dure la cosa -, algo más informal y menos "compromiso" que las ceremonias a las que sí le acompañé en mayo y junio. A él tampoco le apetece nada ir pero así tengo la mañana de hoy tranquila para poner cierto orden y avanzar varios temas. Por cierto, tengo que acordarme de convencerle para que me lleve a la estación de tren el jueves... a las 6.30 am. Me parece que será mejor que piense en algún soborno o me va a mandar en taxi. Madrugar no es lo suyo.

Estos deliciosos bocaditos son de esos dulces navideños que llevo años y años queriendo probar. Es una receta que aparece en uno de mis primeros libros de cocina navideña, un pequeño cuadernillo alemán que compré un verano hace ya tiempo en Regensburg, y del que he preparado ya varias recetas. El caso es que como es un dulce algo diferente a lo que suelo hornear, y su textura es más bien de bizcochito, terminaba dando prioridad a otras cosas. Pero la visita de mi madre hace unas semanas fue la excusa perfecta para hornearlos, y la verdad es que triunfaron.
Lo bueno de este tipo de dulces es que para nosotros no son realmente navideños, así que si os llama la atención pero estáis saturados por recetas de estas fiestas sólo tenéis que guardar la receta para cualquier otro momento del año. Eso sí, al estar bañados en chocolate es mejor aprovechar el otoño-invierno, ya que creo que es mejor no meterlos en la nevera. Por cierto, para estos Dattelecken o para cualquier otra receta, usad los mejores dátiles que podáis encontrar. Los medjool son mis favoritos, algo carillos, pero la diferencia final es brutal.

Receta de Dattelecken, triángulos de dátil con chocolate
Inspiración: adaptación de Weinachtsplätzchen leicht gemacht
Ingredientes para unas 40 unidades
- 150 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 75 g de azúcar
- 1 cucharada de azúcar vainillado
- 1/2 cucharadita de sal
- 2 huevos y 1 yema L
- 150 g de harina de repostería
- 1 cucharadita de levadura química (impulsor)
- 3 cucharadas de agua
- 150 g de avellana molida
- 180 g de dátiles tiernos sin hueso
- chocolate negro de calidad
Precalentar el horno a 180ºC y preparar una bandeja rectangular mediana. Picar los dátiles en trocitos más o menos grandes, según se prefiera. Hay que asegurarse de que están jugosos, si fueran muy secos es conveniente hidratarlos previamente.
Batir con batidora de varillas la mantequilla hasta dejarla cremosa. Añadir el azúcar, el azúcar vainillado y los huevos, y batir un poco más. Incorporar la harina con la levadura y la sal, y mezclar. Agregar la avellana molida con el agua y trabajar bien la masa hasta dejarla homogénea.
Echar también los dátiles, repartiéndolos bien por toda la masa. Disponer la masa en la bandeja, dejando un grosor de, aproximadamente, 1,5 cm. Pinchar la superficie con un tenedor unas cuantas veces e itnroducir en el horno a media altura. Hornear durante 18-20 minutos, dando la vuelta a la bandeja a mitad de la cocción. Dejar enfriar sobre una rejilla.
Cuando se haya enfriado, colocar sobre una tabla y cortar en triángulos usando un cuchillo de sierra. Fundir chocolate negro al baño maría y mojar las puntas de cada triángulo. Dejar secar sobre papel sulfurizado antes de servir o guardar en un recipiente hermético.

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¿Qué tal se presenta vuestro fin de semana? Aprovechad el buen tiempo de hoy que parece que mañana vienen más nubes y lluvia. Yo me quedaré planchando, pintando galletas, glaseando pan de especias, escribiendo tarjetas y envolviendo regalos, entre otras cosas. A ver si me cunde :).
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