Volvemos a la carga con una receta para engordar el catálogo de galletas navideñas. Ya sabréis que en Suiza y muchos otros países es tradición preparar muchas, muchas, -MUCHAS- galletas en época de Adviento y Navidad, y el recetario es inmenso. Me encanta probar galletas nuevas cada año pero soy también fiel a mis imprescindibles, así que no me queda otra que empezar a hornear semanas o meses antes de diciembre. Es el caso de estas galletas Nusstängeli, unas deliciosas barritas de avellana que me traen grandes recuerdos.

Cuando era pequeña solíamos ir a Suiza siempre en verano, así que no tenía tanto empacho de los dulces navideños. Peeeero hay ciertas galletas a las que los suizos no pueden renunciar ni en agosto, así que mi padre siempre compraba varios paquetes en cuanto llegábamos a su tierra. Las más famosas las tengo ya en el blog: Zimtsterne, Mailänderli, Läckerli, Brunsli, Chräbeli... pero me faltaba una de mis favoritas.
Yo solo tenía el recuerdo de su textura, aroma y sabor guardado en mi memoria. Las había dejado un poco apartadas pero hace unos meses, en uno de esos momentos nostálgicos en los que parece que todo tiempo pasado fue mejor -una ilusa mentira-, me vino un flash de estas galletas a la cabeza. No tenía ni idea de cómo se llamaban y mi padre no sirve de mucho para recordar nombres exactos de las cosas, así que me puse a buscar por las redes. Y finalmente las encontré: mis adoradas Nusstängeli-Guetzli.

La palabreja se las trae pero tiene toda su lógica. Bueno, a un alemán-alemán le hará fruncir el ceño porque es típicamente suizo -la palabra más típica en alemán para galletas es Kekse-. A los suizos les encantan las i por todas partes. Nuss: nuez, frutos secos, abreviatura de Haselnuss, avellana; Stangel: tallo, barrita, bastón; Guetzli: galletas. Galletas de avellana con forma de barrita. Sencillo.
Aproveché para hornearlas cuando estuvieron mis padres por aquí ya que sabía que ellos comparten mi pasión por galletas de este tipo, y mi padre las reconoció al instante. Son sencillas, algo rústicas, a base de mantequilla y avellana, un sabor que destaca por sí solo y no necesita más especias ni añadidos. Crujientes y muy aromáticas, son adictivas con el café o cualquier otra cosa, y encima tienen la forma ideal para mojar. ¡Muy recomendables si os gustan los frutos secos!


Qué raro se me hace pensar que sea sábado, las semanas con tanto día festivo y encima salteado me descolocan por completo. Ser autónomo es muy malo para la salud mental, ya os lo digo ;).
¡Feliz fin de semana! Que horneéis mucho. 😏

Cuando era pequeña solíamos ir a Suiza siempre en verano, así que no tenía tanto empacho de los dulces navideños. Peeeero hay ciertas galletas a las que los suizos no pueden renunciar ni en agosto, así que mi padre siempre compraba varios paquetes en cuanto llegábamos a su tierra. Las más famosas las tengo ya en el blog: Zimtsterne, Mailänderli, Läckerli, Brunsli, Chräbeli... pero me faltaba una de mis favoritas.
Yo solo tenía el recuerdo de su textura, aroma y sabor guardado en mi memoria. Las había dejado un poco apartadas pero hace unos meses, en uno de esos momentos nostálgicos en los que parece que todo tiempo pasado fue mejor -una ilusa mentira-, me vino un flash de estas galletas a la cabeza. No tenía ni idea de cómo se llamaban y mi padre no sirve de mucho para recordar nombres exactos de las cosas, así que me puse a buscar por las redes. Y finalmente las encontré: mis adoradas Nusstängeli-Guetzli.

La palabreja se las trae pero tiene toda su lógica. Bueno, a un alemán-alemán le hará fruncir el ceño porque es típicamente suizo -la palabra más típica en alemán para galletas es Kekse-. A los suizos les encantan las i por todas partes. Nuss: nuez, frutos secos, abreviatura de Haselnuss, avellana; Stangel: tallo, barrita, bastón; Guetzli: galletas. Galletas de avellana con forma de barrita. Sencillo.
Aproveché para hornearlas cuando estuvieron mis padres por aquí ya que sabía que ellos comparten mi pasión por galletas de este tipo, y mi padre las reconoció al instante. Son sencillas, algo rústicas, a base de mantequilla y avellana, un sabor que destaca por sí solo y no necesita más especias ni añadidos. Crujientes y muy aromáticas, son adictivas con el café o cualquier otra cosa, y encima tienen la forma ideal para mojar. ¡Muy recomendables si os gustan los frutos secos!

Receta de Nussstängeli-Guetzli o galletas de avellana
Inspiración: Swissmilk y mi nostalgia
Ingredientes para unas 60-70 unidades
- 125 g de mantequilla atemperada
- 120 g de azúcar
- 1 pizca de sal
- 2 huevos L a temperatura ambiente
- 125 g de avellana molida
- algunas avellanas picadas groseramente (opcional)
- 175 g de harina (quizá un poco más)
- 1 yema de huevo
- 15 ml de leche
Batir la mantequilla en pomada en un recipiente con batidora de varillas, hasta que quede cremosa. Agregar el azúcar, batir hasta que se integre bien, y añadir la sal y los huevos. Batir un poco más a velocidad baja.
Añadir la avellana molida, las avellanas picadas si se usan y la harina. Mezclar todo bien hasta tener una masa húmeda y pegajosa, pero sin grumos secos. Envolver en plástico film formando un disco y dejar en la nevera como mínimo una hora, mejor varias.
Precalentar el horno a 200ºC sin ventilador y preparar unas bandejas. Extender la masa dejando un grosor de 6 mm, sobre una superficie ligeramente enharinada o sobre papel antiadherente. Cortar bastones de unos 5-6 cm de largo por 1,5 cm de ancho y colocarlos en las bandejas.
Batir la yema con la leche y pintar las barritas. Llevar a la nevera unos 15 minutos, volver a pintar ligeramente y hornear durante unos 8-10 minutos, hasta que se hayan dorado. Esperar un poco antes de llevarlas a una rejilla para que se enfríen por completo.
Inspiración: Swissmilk y mi nostalgia
Ingredientes para unas 60-70 unidades
- 125 g de mantequilla atemperada
- 120 g de azúcar
- 1 pizca de sal
- 2 huevos L a temperatura ambiente
- 125 g de avellana molida
- algunas avellanas picadas groseramente (opcional)
- 175 g de harina (quizá un poco más)
- 1 yema de huevo
- 15 ml de leche
Batir la mantequilla en pomada en un recipiente con batidora de varillas, hasta que quede cremosa. Agregar el azúcar, batir hasta que se integre bien, y añadir la sal y los huevos. Batir un poco más a velocidad baja.
Añadir la avellana molida, las avellanas picadas si se usan y la harina. Mezclar todo bien hasta tener una masa húmeda y pegajosa, pero sin grumos secos. Envolver en plástico film formando un disco y dejar en la nevera como mínimo una hora, mejor varias.
Precalentar el horno a 200ºC sin ventilador y preparar unas bandejas. Extender la masa dejando un grosor de 6 mm, sobre una superficie ligeramente enharinada o sobre papel antiadherente. Cortar bastones de unos 5-6 cm de largo por 1,5 cm de ancho y colocarlos en las bandejas.
Batir la yema con la leche y pintar las barritas. Llevar a la nevera unos 15 minutos, volver a pintar ligeramente y hornear durante unos 8-10 minutos, hasta que se hayan dorado. Esperar un poco antes de llevarlas a una rejilla para que se enfríen por completo.

Qué raro se me hace pensar que sea sábado, las semanas con tanto día festivo y encima salteado me descolocan por completo. Ser autónomo es muy malo para la salud mental, ya os lo digo ;).
¡Feliz fin de semana! Que horneéis mucho. 😏
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