Magdalenas de Estepa: receta tradicional para Semana Santa

Tengo otras dos recetas esperando para ver la luz desde hace dos semanas y sin embargo hoy vengo con algo que salió de mi horno ayer mismo. Los impulsos son así, qué le vamos a hacer. Después de comer tenía un rato tonto esperando a que mi suegra viniera a recogerme y yo tenía el cuerpo pidiéndome que encendiera el horno. Llevábamos tres días de lluvia y más lluvia, y eso anima a hornear algún dulce con sabor a antaño; además estrenábamos mes de marzo y la Semana Santa ya se asoma... Así que me paseé por mis blogs de cabecera cuando busco algo tradicional, y me encontré con las magdalenas de Estepa, una de las elaboraciones reposteras más típicas de esta fantástica localidad sevillana en estas fechas.


Este año no he tenido mucho cuerpo de Carnaval y apenas probé una receta nueva que publiqué en Directo al Paladar. Al adelantarse las fechas y mezclarse con otros eventos no llegué a coger el tono carnavalero, pero ahora me apetece muchísimo empaparme de tradiciones de Semana Santa. Será que la visita de mi madre de la semana pasada me ha dejado con algo de nostalgia y ganas de mi tierra, pero el caso es que tengo muchas ganas de recuperar nuestras tradiciones. Y con tradiciones me refiero a esa mezcla extraña de mi casa que es la cultura murciano-suiza, claro. Aderezada con otras culturas, como siempre. Me faltará tiempo para probar todo lo que me apetece, una vez más.




Estas magdalenas son un poco trampa porque sí que saben a tradición y pueblo, pero para mí no tiene por qué ser solo típicas de Semana Santa. Os recomiendo que leáis la entrada original de la receta que yo he modificado un poco, en la cual José Manuel comparte sus recuerdos. Nos cuenta que Estepa es mucho más que polvorones y mantecados, y que cuando se acerca la Semana Santa su tierra es un paraíso para los más golosos. Si os gustan los dulces "de toda la vida", os encantarán estas magdalenas.


Las magdalenas de Estepa apenas llevan ingredientes y no utilizan ningún agente leudante: el levado se consigue con el batido de los huevos, separando yemas y claras. Por eso me parece fundamental no tener prisa y emplear huevos de gallinas camperas de verdad; la diferencia será notable. Además se hornean en los típicos moldes cuadrados que también José Manuel nos enseña a hacer caseros, pero yo he hecho trampa usando cápsulas compradas algo más pequeñas. Su receta original da las cantidades típicas "de abuela", para repartir y regalar; yo las he reducido para esta primera prueba, bajando un poco también el azúcar, y me han salido 16 unidades, perfectas para unos días de ricos desayunos entre el elfo y yo.



Receta de magdalenas de Estepa
Inspiración: receta adaptada de la original de Asopaipas
Ingredientes para unas 12-16 unidades no muy grandes

- 3 huevos L de gallinas camperas
- 120 g de azúcar
- ralladura de 1 limón
- 120 g de aceite de oliva virgen extra
- 100 g de harina de repostería
- 1 pizca de sal
- azúcar extra para cubrir

Precalentar el horno a 190ºC y preparar una bandeja con moldes cuadrados o los habituales de magdalenas/muffins.

Calentar el aceite de oliva con un trozo de corteza de limón sin parte blanca, dejando que se enfríe antes de continuar. Es un paso opcional; además de dar aroma al aceite con el limón lo hace más suave, pero yo tenía prisa y no lo he hecho. Claro que me gustan los sabores fuertes.

Separar las claras de las yemas. Batir con batidora de varillas las yemas con el azúcar y la ralladura del limón, cantidad al gusto, siempre lavado y sin parte blanca. Batir muy bien hasta que espese y se vuelva de color pálido. Agregar el aceite y seguir batiendo un ratico más.

Añadir la harina tamizada y la sal, y batir ahora con suavidad hasta que se quede bien incorporada sin grumos. Limpiar muy bien las varillas y montar las claras a punto de nieve. Incorporarlas en varias tandas, mezclando con unas espátula o lengüeta, con movimientos suaves y envolventes.
Repartir la masa en los moldes sin llenarlos del todo. Cubrir con azúcar si se desea, para crear la típica costra. Hornear durante unos 25-30 minutos, dejando que se doren más o menos al gusto. Trasladar a una rejilla para que se enfríen por completo.



El aroma de unas magdalenas tradicionales como estas, recién horneadas, mientras fuera llueve y llueve sin parar, es de las cosas que más me gustan en la vida.  Me faltaba la chimenea y más compañía que mi gato -el cual solo me suplicaba salir al tendedero para chapotear en los charcos-, pero por desgracia tuve que hacer las fotos corriendo antes de salir a la jungla del tráfico madrileño. Tenemos otra boda en breve y me faltaban zapatos; por suerte volvimos con éxito de la búsqueda.

¡A disfrutar del fin de semana! Yo espero aguantar el domingo para ver los Óscar en directo :).

Komentar