Increíble, estoy publicando una receta que he preparado y comido hoy mismo. Cuando tengo otras esperando días, semanas e incluso algunos meses. Pero bueno, sé que todos tenemos nuestros esqueletos en el armario, a ver quién no ha dejado en barbecho una receta que, por algún motivo inexplicable, no termina de salir. Al menos quiero creer que nos pasa a todos :P. Pero estas tostas de aguacate, rabanitos y anchoas con albahaca tenía ganas de compartirlas porque en realidad es una no-receta, y porque me soluciona muchas veces esos momentos de hambre felina que me dan a veces.

En mis desventuras veraniegas de hoy: lo poco que duermo cuando hace calor. O al menos lo mal que duermo. Siempre me preocupa más la temperatura mínima prevista que las máximas, porque lo que y quiero - y necesito - es descansar lo suficiente. Desgraciadamente llevo muchos días despertándome de madrugada con muchísimo calor, y ya no vuelvo a coger bien el sueño hasta que al alba desisto y me levanto a hacer algo útil. Porque claro, encima me da hambre enseguida.
Lo "bueno" es que así puedo salir a correr sin ir en ayunas, que a mí me sienta fatal, ni echando el desayuno por la boca, que es otro de mis riesgos. El problema es que a media mañana me encuentro muchas veces con mi estómago devorándose a sí mismo, por lo que toca segundo desayuno si no quiero desfallecer. Pero los días en los que estoy sola en casa para comer no tengo ningún problema en hacerme el almuerzo al mediodía, pero mediodía literal, entregándome a mi lado suizo totalmente. Cuando no tengo lazos sociales de por medio yo prefiero comer cuando tengo hambre, y pasar totalmente del reloj. Hambre de verdad, que conste no esa gula-aburrimiento-ansiedad disfrazada de hambre falsa que a tanta gente le destroza la dieta. Picoteo entre horas porque sí no; comer con hambre real sí.

Así que estos días en los que me da pereza cocinar nada y no tengo ninguna cosilla preparada, tiro de despensa. Y de pan, mi pan, que nunca falta en casa. Mi comida de hoy ha empezado con estas tostas que no tienen ningún misterio, pero que son muy sanas, sencillas, versátiles, tuneables y sobre todo, deliciosas. Sirven para desayunar, almorzar, comer, merendar o cenar. O para un brunch. Se les puede añadir unos huevos, algo de queso, alguna verdura... Yo suelo improvisar con lo que hay en casa en ese momento, y es que casi todo combina bien con el aguacate. Y recordad: buen pan de base.
Tostas de aguacate, rabanitos y anchoas con albahaca
Inspiración: supongo que la moda de la avocado toast terminó por calarme, pero es improvisada
Receta no-receta para 1 persona
- 2 rebanadas de buen pan de miga aromática y corteza crujiente, mejor de masa madre y centeno
- 1/2 aguacate en su punto
- zumo de lima o de limón
- anchoas de calidad decente
- rabanitos
- hierbas provenzales
- ajo granulado o 1 diente
- aceite de oliva virgen extra
- pimienta negra recién molida
- sal gruesa
- albahaca fresca
Cortar las rebanadas de pan en un grosor medio, como de un dedo. Frotar con el diente de ajo si se tiene la suerte de que no repita. Tostar el pan ligeramente si se desea.
Cubrir con una dosis generosa de aguacate machacado con el tenedor y añadir zumo de lima o limón. Dar un golpe de pimienta, un poco de sal (poca, que las anchoas van saladas) y, ajo granulado si se usa y un poco de hierbas provenzales.
Cortar finitos los rabanitos lavados y distribuir junto con las anchoas escurridas. Añadir más pimienta, hojitas de albahaca fresca y aceite de oliva virgen extra al gusto. Devorar.

Mañana es lunes, pero no lo pensemos demasiado. ¡Disfrutad de lo que queda de domingo!

En mis desventuras veraniegas de hoy: lo poco que duermo cuando hace calor. O al menos lo mal que duermo. Siempre me preocupa más la temperatura mínima prevista que las máximas, porque lo que y quiero - y necesito - es descansar lo suficiente. Desgraciadamente llevo muchos días despertándome de madrugada con muchísimo calor, y ya no vuelvo a coger bien el sueño hasta que al alba desisto y me levanto a hacer algo útil. Porque claro, encima me da hambre enseguida.
Lo "bueno" es que así puedo salir a correr sin ir en ayunas, que a mí me sienta fatal, ni echando el desayuno por la boca, que es otro de mis riesgos. El problema es que a media mañana me encuentro muchas veces con mi estómago devorándose a sí mismo, por lo que toca segundo desayuno si no quiero desfallecer. Pero los días en los que estoy sola en casa para comer no tengo ningún problema en hacerme el almuerzo al mediodía, pero mediodía literal, entregándome a mi lado suizo totalmente. Cuando no tengo lazos sociales de por medio yo prefiero comer cuando tengo hambre, y pasar totalmente del reloj. Hambre de verdad, que conste no esa gula-aburrimiento-ansiedad disfrazada de hambre falsa que a tanta gente le destroza la dieta. Picoteo entre horas porque sí no; comer con hambre real sí.

Así que estos días en los que me da pereza cocinar nada y no tengo ninguna cosilla preparada, tiro de despensa. Y de pan, mi pan, que nunca falta en casa. Mi comida de hoy ha empezado con estas tostas que no tienen ningún misterio, pero que son muy sanas, sencillas, versátiles, tuneables y sobre todo, deliciosas. Sirven para desayunar, almorzar, comer, merendar o cenar. O para un brunch. Se les puede añadir unos huevos, algo de queso, alguna verdura... Yo suelo improvisar con lo que hay en casa en ese momento, y es que casi todo combina bien con el aguacate. Y recordad: buen pan de base.
Tostas de aguacate, rabanitos y anchoas con albahaca
Inspiración: supongo que la moda de la avocado toast terminó por calarme, pero es improvisada
- 2 rebanadas de buen pan de miga aromática y corteza crujiente, mejor de masa madre y centeno
- 1/2 aguacate en su punto
- zumo de lima o de limón
- anchoas de calidad decente
- rabanitos
- hierbas provenzales
- ajo granulado o 1 diente
- aceite de oliva virgen extra
- pimienta negra recién molida
- sal gruesa
- albahaca fresca
Cortar las rebanadas de pan en un grosor medio, como de un dedo. Frotar con el diente de ajo si se tiene la suerte de que no repita. Tostar el pan ligeramente si se desea.
Cubrir con una dosis generosa de aguacate machacado con el tenedor y añadir zumo de lima o limón. Dar un golpe de pimienta, un poco de sal (poca, que las anchoas van saladas) y, ajo granulado si se usa y un poco de hierbas provenzales.
Cortar finitos los rabanitos lavados y distribuir junto con las anchoas escurridas. Añadir más pimienta, hojitas de albahaca fresca y aceite de oliva virgen extra al gusto. Devorar.

Mañana es lunes, pero no lo pensemos demasiado. ¡Disfrutad de lo que queda de domingo!
Komentar
Posting Komentar